Uno de los actos más bochornosos que he visto lo protagonizó el entrenador de la selección mexicana de futbol Javier el Vasco Aguirre, agrediendo a un futbolista, específicamente al “Paton” Phillips de la selección panameña en la Copa Oro 2009
Las agresiones son lo peor del futbol pero aunque no se justifica siempre las protagonizan los jugadores por el hecho de que están más calientes, pero el entrenador es el llamado a tener calma, pero Javier Aguirre dio vergüenza como entrenador.
Si el Vasco fuera un novato se podría pensar que la presión jugo en su contra, pero es un “entrenador” clase A, ya estuvo en un mundial en el 2002, dirigió al Osasuna y Atlético de Madrid en la Liga española, con este ultimo estuvo en UEFA Champions League.
Es increíble que haya agredido a un jugador, unos podrían decir que no fue una fuerte agresión, pero eso no se tiene ni que pensar, es la cabeza del equipo esta obligado a ser el ejemplo.
Si la Concacaf tiene los pantalones bien amarrados, debe de imponerle una fuerte sanción a Javier Aguirre, porque lo que hizo fue bochornoso, injustificable y de muy mal gusto.
Que vergüenza
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1 comentario:
Realmente lo que observamos ayer en el partido Mexico - Panamá fue una verguenza, no hubo fútbol, el aficionado fue agredido, lo que observamos ayer fue un concierto de patadas, madrazos y enfrentamientos entre los jugadores.
Para cerrar con broche de oro, el mismísimo "Vasco" (por no decir ASCO) Aguirre, comete una "salvajada" de ese tipo; el adjetivo no lo uso por el volumen de la agresión sino por la tonta forma de comportarse. En ese momento se le olvido su historial, su palmarés, su nombre y su prestigio, si es que aun le queda, después de su salida del Atletico y su pobre accionar con el "tri".
Los mexicanos no están contentos con su selección y no es para menos, SU TÉCNICO les enseña a pegar PATADAS y no precisamente al BALÓN.
Lástima la expulsión del "patón", fue calentado y reaccionó, no alabo lo que hizo Panamá con la pérdida de tiempo porque soy amante del fútbol, pero ayer quizás si había una razón de por medio.
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